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El vacío alarga la conservación de los alimentos

Gracias a la liofilización utilizando vacío de BUSCH, la fruta, la verdura, la carne y hasta los platos precocinados ofrecen durante largos periodos un sabor igual de delicioso que el primer día.


Las patatas liofilizadas de los incas. Estas se congelaban y descongelaban repetidas veces, en condiciones de gran altitud, en los Andes. El chuño, que es como llamaban a este alimento, duraba hasta diez años. Seguramente, los incas tendrían su propio nombre para el proceso científico que es la base de la liofilización. En nuestros tiempos, este proceso se llama sublimación. El agua se salta la fase líquida y pasa directamente de estado sólido a gaseoso.

Comida exquisita

La liofilización moderna basada en la sublimación es excelente para alargar la caducidad de los alimentos. El café fue uno de los primeros productos en liofilizarse con la tecnología de vacío moderna. Este proceso funciona con muchos tipos de frutas, verduras, hierbas, setas, carne e incluso platos preparados. Algunos cocineros innovadores que practican la llamada gastronomía molecular (que combina ciencia y cocina), llevan tiempo utilizando frutas liofilizadas para preparar mermeladas o decorar sus postres.

Ligero y sabroso

El proceso de liofilización es bastante sencillo. Tomemos las frambuesas, por ejemplo. En primer lugar, se ultracongelan y se introducen en una cámara de secado. La presión en la cámara se reduce mediante una bomba de vacío. Se añade energía térmica. El hielo de las bayas congeladas comienza a sublimarse y se convierte en vapor de agua. En este paso se elimina la mayor parte de la humedad. Las células no se destruyen y las frambuesas no pierden su forma original. Y varios meses, o años, o incluso décadas después, basta con añadir agua fría o caliente para devolver las frambuesas a su estado original. Con prácticamente la misma cantidad de vitaminas, oligoelementos y fibras que antes. Además, son igual de sabrosas que en el momento en que se recogieron de la mata.
Cómo alimenta la NASA a sus astronautas

Durante los años 60 y 70, la liofilización era básica para los astronautas. Sin embargo, las primeras comidas liofilizadas en las misiones espaciales se comían frías. Los astronautas se quejaron. Entonces, la NASA inventó una pistola de agua especial que podía inyectar agua caliente en los paquetes de comida liofilizada. Así, los astronautas podrían disfrutar de platos calientes. Más tarde, durante el programa Skylab que siguió a las misiones del Apollo, en las naves espaciales se introdujo una zona de frigorífico y cocina.