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Protección preventiva contra incendios con nitrógeno

El vacío y la compresión crean una atmósfera protectora

Las medidas para extinguir incendios suelen provocar más daños que las propias llamas. Asegurar que no pueda producirse un incendio siempre es mejor que luchar contra él. El grupo Wagner desarrolló la tecnología OxyReduct con este propósito. Las bombas de vacío y los compresores de Busch desempeñan un papel central en esta tecnología.

¿Sabe cuál es el área metropolitana más segura del mundo? Se trata de la capital boliviana de La Paz, al menos en lo que respecta al riesgo de incendios. Los incendios dentro y fuera de los edificios son prácticamente inexistentes. El contenido de oxígeno del aire a nivel del mar es de aproximadamente el 21 %. Debido a la menor presión atmosférica a una altitud media de 3600 metros, el contenido de oxígeno en La Paz es comparable a un contenido de oxígeno del 14 % al nivel del mar. Con un nivel tan bajo de oxígeno, los materiales como la madera o los plásticos ya no pueden arder. Incluso el papel se prende únicamente en forma de hojas sueltas.

Riesgo para los archivos y los centros de

servidores Sin embargo, la mayoría de la población mundial vive fuera de Bolivia a altitudes inferiores a las de las altas plataformas de los Andes. Esto significa que una enorme cantidad de instalaciones se mantienen con una concentración de oxígeno normal, por lo que se encuentran en claro riesgo de incendio. Esto incluye instalaciones en las que un incendio y las medidas de extinción de incendios asociadas tendrían repercusiones existenciales, como almacenes de materiales peligrosos, archivos y almacenes de museos, o centros de servidores. ¡Los sistemas de IT que dan soporte a instalaciones como aeropuertos no pueden permitirse ni un fallo!

La idea básica de OxyReduct consiste en crear una atmósfera similar a la que encontramos a grandes altitudes y excluir de este modo cualquier riesgo de incendio. La introducción controlada de nitrógeno reduce el contenido de oxígeno en el aire e impide que pueda iniciarse un incendio. El nitrógeno es un gas inerte. Puede sofocar el fuego, constituye una gran parte de la atmósfera de la Tierra y está disponible en todas partes. Los productores de este gas podrían suministrarlo en tanques, pero esto generaría unos costes exorbitantes a largo plazo.

Gas protector directamente del aire

El sistema OxyReduct extrae nitrógeno del aire ambiente en el lugar donde se necesita mediante el proceso de adsorción por oscilación de presión de vacío (VPSA). El aire se comprime a través de unos tamices moleculares de carbón activo, y las moléculas de oxígeno quedan atrapadas en su superficie. La fluctuación constante entre la presión y el vacío regenera los tamices, el oxígeno vuelve a entrar en el aire ambiente y el nitrógeno se suministra al área donde debe utilizarse.

Las bombas de vacío y compresores de uñaMink ofrecen vacío y sobrepresión para cambios de presión de manera eficiente. En comparación con los sistemas de reducción de oxígeno convencionales, los costes operativos y energéticos pueden reducirse en hasta un 80 % con la ayuda de la tecnología Mink. En 2017, Busch concedió el premio «Innovation in Vacuum Busch Award» a la empresa fabricante Wagner por desarrollar el sistema OxyReduct.
¿Cómo funciona VPSA?

Los gases técnicos están a nuestro alrededor Se utilizan para tareas como la fabricación de acero o el procesado de alimentos, en el tratamiento de aguas o en hospitales. La mayoría de estos gases –el nitrógeno, el oxígeno, el argón y otros gases nobles– son elementos que se encuentran de forma natural en la atmósfera de la Tierra. El método tradicional que se utiliza para extraerlos es el de la separación de aire. Los gases atmosféricos tienen distintos puntos de ebullición. Pueden separarse uno de otro durante la transición del estado gaseoso al estado líquido. Pero el aire debe enfriarse hasta una temperatura de casi 200 grados bajo cero, lo cual supone un gran gasto de energía.

Los sistemas que funcionan según el principio de la adsorción por oscilación de presión y vacío (VPSA) funcionan a temperatura ambiente, por lo que requieren mucha menos energía. Estos sistemas utilizan el proceso físico de la adsorción. Esto requiere un material con una estructura porosa como el carbón activo, el gel de silicato o un tipo determinado de compuesto cerámico (zeolita). Estos materiales adsorben algunas moléculas de gas que pueden «retener» y concentrar en su superficie. Esto funciona mucho mejor a presiones elevadas. Si se fuerza el paso del aire por este tipo de material, un gas se adsorbe mientras que el resto lo atraviesan. De este modo pueden separarse unos determinados gases de otros en la composición del aire ambiente.

Sin embargo, pasados apenas unos segundos, se pierde la capacidad de adsorción del material poroso. Entonces se aplica vacío para volver a separar el gas adsorbido del material. Después, el gas se vuelve a introducir a alta presión. De este modo, el sistema VPSA «oscila» cambiando rápidamente entre el vacío y la compresión. El sistema suele diseñarse de forma duplicada: una mitad adsorbe y la otra mitad regenera. Esto facilita el suministro continuo del gas deseado.