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Con solidez y ligereza por toda la pista

Soluciones reforzadas con fibra de carbono para una velocidad más ligera

Los coches de carreras tienen que ser ligeros, rápidos y fáciles de maniobrar, pero deben ser lo suficientemente robustos como para hacer curvas cerradas a gran velocidad sin salirse de la pista. Los materiales reforzados con fibra de carbono se utilizan para crear una carrocería cinco veces más ligera que el acero, pero hasta diez veces más robusta. Este material con propiedades excepcionales se fabrica usando soluciones de vacío de Busch.

Cada año, los mejores estudiantes de las universidades técnicas de todo el mundo compiten para crear un nuevo prototipo de coche de carreras, diseñado no para las carreras de Formula 1, sino para pilotos amateur. Profesionales o no, no es sorprendente que el material más popular en el mundo de las altas velocidades de la Formula 1 también sea popular en esta competición, y muchos estudiantes escogen soluciones reforzadas con fibra de carbono en lugar de metal. La fibra de carbono es robusta, pero no puedes hacer un coche con ella. Lo que proporciona sus característica exclusivas y ganadoras a los coches es un compuesto.

La sinergia de un compuesto
La combinación de las propiedades de la resina y la fibra de carbono crea un material mucho más robusto que cada una de las dos partes por separado, proporcionando una solución que puede soportar los desafíos de las altas velocidades y las grandes fuerzas. El material resultante es tan duradero que se puede usar en prácticamente todas las partes visibles del coche de carreras. Lo que acaba siendo una sola pieza, empieza siendo muchas. Siguiendo un patrón, se cortan trozos de tejido de fibra de carbono bañado en resina, igual que un sastre recortaría trozos de tejido para un traje. Estos trozos se superponen para crear el grosor deseado. Para crear solo un milímetro hacen falta unas siete capas, así que el número de capas por pieza puede llegar fácilmente a cientos de ellas. A continuación, se utiliza vacío para compactar estas capas y Busch proporciona las bombas de vacío para el proceso.

Fusión bajo vacío
Las piezas se colocan en un molde y se sellan dentro de un saco de plástico. Se conecta una bomba de vacío y el aire se aspira para que las capas queden comprimidas entre ellas y no puedan moverse. A partir de ahí, el molde con las capas apretadas entre ellas dentro de la bolsa de vacío se coloca en un autoclave. En él, las piezas se mantienen bajo vacío y se aplica calor y presión. El calor ablanda la resina, provocando que las capas se fundan entre ellas, y el vacío y la presión constantes garantizan que se elimine todo el aire para que las capas se mantengan bien juntas entre sí y puedan consolidarse. El producto que sale del autoclave ya no son muchas capas diferentes apiladas, sino una pieza sólida y robusta, preparada para la pista de carreras, para competir tanto por un puesto en el podio de la Formula 1 o por el título al mejor equipo universitario.
Desde la sala de conferencias hasta la pista de carreras

Diseñar, construir y conducir un coche de carreras hasta la línea de meta no es tarea fácil, pero cada año estudiantes universitarios de todo el mundo se suman al desafío y llevan sus prototipos a las pistas de carreras de la Formula Student. A diferencia de la Formula 1, esta competición no solo consiste en quién recorre la pista más rápidamente. Los coches que crean los estudiantes son puntuados según muchos criterios, desde la velocidad de viraje y la eficiencia del combustible hasta la fabricación y los costes, y cada equipo debe presentar un plan de negocio completo. Como resultado, los equipos no son solo de estudiantes de ingeniería, sino también de ciencias empresariales, finanzas y marketing. Se anima a los estudiantes a que fabriquen la mayor parte posible del coche por sí mismos. En este sentido es donde Busch se enorgullece de ofrecer su ayuda: durante los últimos años, Busch ha proporcionado bombas de vacío para ayudar a los equipos a construir sus coches de carrera soñados.