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Sin gas en el vidrio

Clasificación de agua mineral con el poder del vacío

El agua de los pozos naturales no es agua pura. Está llena de otros minerales y gases que se han disuelto en ella con el tiempo. Las soluciones de vacío de Busch se utilizan para desgasificar el agua antes de que llegue a la botella.

Agua mineral natural: aunque puede que diga esto en la etiqueta, toda agua pasa por ciertos procesos para garantizar que se puede beber con seguridad. Todo manantial de agua tiene su propia composición química, resultado de la mezcla de los minerales y gases que contiene el agua. Los minerales como el sodio y el magnesio se dejan para dar al agua su sabor distintivo, pero los gases como el oxígeno, el dióxido de carbono y el nitrógeno deben eliminarse antes de embotellar el agua o utilizarla en otros alimentos o bebidas.

Un mejor gusto pasado un tiempo
El agua con un contenido adicional de oxígeno puede sonar como la próxima moda en salud, pero los gases disueltos en el agua pueden causar problemas. Demasiado oxígeno provoca oxidación, que hace que la comida o la bebida se eche a perder antes, y puede incluso reducir el valor nutricional destruyendo la vitamina C y otros antioxidantes. Reducir estos niveles de oxígeno alarga la caducidad y la estabilidad del alimento o bebida, de modo que llega al consumidor con el olor y el sabor que este espera.

Cambio de estado: convertir el gas de nuevo en vapor
Pero, ¿cómo se extrae un gas disuelto de un líquido? Una forma de desgasificar el agua es utilizando vacío. El agua se extrae del pozo y se introduce en grandes depósitos de clasificación. En ellos, las bombas de vacío comienzan a trabajar. Creando vacío en el agua del pozo, el gas disuelto se vuelve menos soluble y más fácil de separar. Los gases vuelven a su estado de evaporación, suben como burbujas hasta la parte superior del líquido y se extraen, dejando un agua desgasificada que puede pasar a la siguiente fase del tratamiento. Busch ofrece bombas de vacío prácticamente libres de mantenimiento que son ideales para procesos de clasificación en la industria de alimentos y bebidas, o para otros sistemas que extraen agua natural.
Agua gaseosa

El agua con gas parece una invención reciente artificial: después de todo, el agua que vemos a nuestro alrededor en ríos, lagos y mares no está carbonatada. Y es cierto que las burbujas de la mayoría de aguas con gas son añadidas. Tras la clasificación para eliminar los gases menos deseables, se reduce la temperatura y el gas carbónico se vuelve a introducir a alta presión y se disuelve. Cuando abre la botella, esta presión se libera y el agua y el CO2 se separan de nuevo. Este sale burbujeando a la superficie, dando a la bebida su efervescencia característica.

Sin embargo, algunas aguas minerales vienen realmente con burbujas naturales. Esta efervescencia es típica de zonas que han tenido volcanes activos, como la región de Eifel en Alemania. El magma enfriándose muy por debajo del suelo creó dióxido de carbono que, camino a la superficie, se mezcló con el agua que fue encontrando, replicando el mismo proceso que se utiliza en la producción masiva actualmente, pero sin intervención humana.