¿Cómo podemos seguir usando el plástico sin afectar al medioambiente? La tecnología de vacío de BUSCH es una solución.
El plástico es un gran invento. Pero las mismas propiedades que lo hacen un material tan resistente y versátil, también lo hacen perjudicial para el medioambiente. No se descompone y rara vez se recicla y se reutiliza. Cuando un objeto de plástico no tiene más usos, se incinera o se descarga en vertederos. O aún peor, acaba en nuestros océanos.
La nueva
pirólisis de plástico puede cambiar esta situación. Se trata de un proceso de calentamiento del material, en este caso plástico, en condiciones de ausencia de oxígeno. En este proceso, los residuos de plástico se reciclan químicamente para crear un valioso aceite mineral. Con este producto sostenible, se puede fabricar un plástico nuevo. También se produce combustible bajo en carbono y con menos energía. En general, la pirólisis es un 50 % más respetuosa con el medio ambiente que la quema de plástico para deshacerse de él.
Extracción de gases
La tecnología de vacío de BUSCH desempeña un papel muy importante en el proceso de la pirólisis. Los residuos de plástico se calientan en un contenedor. Se utiliza una bomba de vacío para extraer los gases resultantes de este proceso de fusión. A continuación, estos se comprimen y se envían aguas abajo, donde se convierten en el aceite mineral. Entre otras cosas, los nuevos plásticos y el combustible bajo en carbono se crean a partir de este líquido sostenible. De este modo, el vacío ayuda a convertir los plásticos en un producto circular. Dado que actualmente solo se recicla el 14 % de los plásticos de todo el mundo, el vacío puede desempeñar un papel indispensable a la hora de aumentar esta cifra.

Del plástico al aceite
El vacío convierte el plástico en un producto circular
Qué plástico es el favorito de los fabricantes
Existen más de 100 tipos de plásticos. El más común es el polietileno. Se puede encontrar en tres formas: alta densidad, baja densidad y baja densidad lineal. El más resistente es el de alta densidad (HDPE). Se trata de un plástico clasificado como tipo 2, lo que significa que es uno de los más seguros a la hora de reciclar. Es resistente y duradero y es la opción preferida de muchos fabricantes. Se utiliza para fabricar, por ejemplo, botellas para productos lácteos y de limpieza, así como juguetes. Las tuberías capaces de soportar la lluvia y las temperaturas cambiantes también se fabrican con HDPE.
Existen más de 100 tipos de plásticos. El más común es el polietileno. Se puede encontrar en tres formas: alta densidad, baja densidad y baja densidad lineal. El más resistente es el de alta densidad (HDPE). Se trata de un plástico clasificado como tipo 2, lo que significa que es uno de los más seguros a la hora de reciclar. Es resistente y duradero y es la opción preferida de muchos fabricantes. Se utiliza para fabricar, por ejemplo, botellas para productos lácteos y de limpieza, así como juguetes. Las tuberías capaces de soportar la lluvia y las temperaturas cambiantes también se fabrican con HDPE.