La aireación proporciona oxígeno a las bacterias que se producen de forma natural en las aguas residuales. Esto les permite multiplicarse y digerir eficazmente los contaminantes disueltos. De lo contrario, las aguas residuales son un entorno anaeróbico, por lo que cuando se haya agotado todo el oxígeno, las bacterias dejan de funcionar. Al reintroducir aire con una soplante o un compresor, las bacterias no solo pueden continuar a su ritmo anterior, sino que se vuelven cada vez más abundantes y eficientes.

Hay varios sistemas de aireación diferentes disponibles para las plantas de tratamiento de aguas residuales. Los más comunes son la aireación y la difusión con cepillos de flotador.

Aireadores con cepillos de flotador

Difusores

Las aguas residuales producidas en determinadas industrias pueden contener una serie de subproductos que no deben entrar en el suministro de agua natural. Como resultado, muchas de estas industrias tienen su propia planta de tratamiento de aguas residuales interna, de modo que el tratamiento puede adaptarse específicamente a los contaminantes que produce su proceso. Esto les permite cumplir con cualquier regulación específica del sector. Estos tratamientos pueden incluir la retirada de materiales tóxicos, ácidos y álcalis, el tratamiento de salmuera y la retirada de varios sólidos.

En algunas instalaciones, las aguas residuales pueden someterse a todo el proceso de tratamiento y liberarse de nuevo al medio ambiente. En otros, puede tratarse parcialmente y enviarse a la planta municipal de tratamiento de aguas residuales.

Aunque la industria y los productos que se van a eliminar varían y pueden ser necesarios pasos adicionales, el proceso general sigue siendo en gran medida el mismo: filtración seguida de aireación. Al igual que en una planta municipal de tratamiento de aguas residuales, se utilizan soplantes o compresores para proporcionar flujo de aire al tanque de aireación. Sin embargo, dado que las aguas residuales pueden contener diferentes sustancias químicas potencialmente dañinas, pueden existir diferentes requisitos para la soplante o el compresor, como la resistencia a la corrosión.

Un sistema de tratamiento de aguas residuales se divide en varios procesos diferentes de filtración y aireación.

En primer lugar, las aguas residuales se tamizan y se filtran para eliminar cualquier residuo grande, como residuos plásticos o vegetales, así como gravilla y arena. Durante este proceso, se utiliza una soplante o un compresor para hacer circular las aguas residuales y mejorar la eficiencia de la trampa de arena.

A continuación, las aguas residuales se dirigen al primer tanque de sedimentación, donde tiene lugar el tratamiento primario. En él se separan los líquidos de los sólidos: las partículas en suspensión descienden gradualmente hasta el fondo y se filtran, mientras que los líquidos continúan con el tratamiento secundario. Este proceso biológico tiene lugar en el depósito de lodos activados, donde las bacterias digieren los compuestos orgánicos disueltos y otras partículas pequeñas. Al hacerlo, forman microcolonias que pueden eliminarse posteriormente en forma de sólidos.

Una soplante o un compresor inyecta burbujas de aire en las aguas residuales mediante una red de difusores. Estas burbujas de aire proporcionan a las bacterias el oxígeno que necesitan para prosperar.

A continuación, las aguas residuales se transfieren al segundo depósito de sedimentación, donde se filtran los sólidos.

Para garantizar que se han eliminado todos los patógenos transmitidos por el agua, esta se somete a un último proceso de desinfección y, a continuación, se puede descargar.

En el proceso de tratamiento de aguas residuales, las soplantes se utilizan en dos áreas: en la trampa de arena y en el depósito de lodos activados.

En la trampa de arena, evitan la acumulación de lodos manteniendo la materia orgánica en suspensión.

También se utilizan en sistemas biológicos de tratamiento de aguas residuales, como el depósito de lodos activados. Allí proporcionan el oxígeno necesario para que los microorganismos descompongan los contaminantes orgánicos disueltos en las aguas residuales.

La corriente de burbujas también mantiene las aguas residuales en constante movimiento. Esto garantiza una distribución uniforme del suministro de oxígeno en todas las zonas del depósito, lo que aumenta la eficiencia del proceso.

La aireación en el tratamiento de aguas residuales tiene varios beneficios. En lugar de introducir productos químicos en las aguas residuales, que posteriormente tendrían que eliminarse de nuevo antes de que el agua pueda liberarse, el proceso de lodos activados utiliza las bacterias y los microorganismos que se producen en las aguas residuales de manera natural.

La aireación simplemente aumenta su eficiencia y su cantidad para maximizar la eficacia y la velocidad del proceso sin crear ningún subproducto perjudicial.

Busch tiene una variedad de soplantes diferentes para la aireación entre las que elegir. Cada soplante tiene sus propias ventajas y desventajas, cada una de las cuales puede ser decisiva para su proceso.

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Entre las diferentes tecnologías para la generación de sobrepresión, los soplantes y los compresores de Busch se han convertido en la primera opción para los tanques de aireación de las instalaciones de tratamiento de aguas residuales.

Los siguientes equipos de sobrepresión son especialmente adecuados para procesos de tratamiento de aguas residuales:

Las soplantes de Busch se pueden utilizar para todos los procesos de aireación y circulación de aire en una planta de tratamiento de aguas residuales. Descubra cómo los clientes de Dinamarca y Alemania han utilizado compresores de Busch para aumentar la eficiencia de sus trampas de arena. En el depósito de lodos activados, las soplantes proporcionan oxígeno a los microbios naturales, lo que les permite descomponer y multiplicar los sólidos.

Hay una serie de criterios que debe evaluar a la hora de considerar qué soplante o compresor comprar para su aplicación de proceso de aguas residuales. Dado que una planta de tratamiento de aguas residuales es una configuración compleja, un experto en ingeniería especializado en plantas de tratamiento de aguas residuales debe realizar los cálculos necesarios para tomar la decisión final. Los resultados le ayudarán a decidir en qué tecnología invertir.

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