Los filtros cerámicos, como los utilizados en la industria química, deben tener un nivel de permeabilidad muy preciso. Este depende del tamaño y la cantidad de poros del material. El volumen de poros deseado se conforma durante la sinterización y la cocción. Y lo mismo ocurre con los ladrillos de chamota usados para la construcción de chimeneas y hornos para pizzas. En ellos, la porosidad ronda el 20 % del volumen.
¿Hidrógeno en el bloque motor?
Los poros en el hormigón, las baldosas o la piedra natural (especialmente en exteriores), por el contrario, son menos deseables. Los pequeños orificios dejan penetrar el agua, que se congela durante las heladas y puede hacer estallar el material de construcción. También pueden formarse grietas en los bloques de motor de aluminio fundido si el material es muy poroso.En este caso, se debe al hidrógeno: el gas se disuelve con facilidad en el aluminio líquido y forma cavidades en el material al enfriarse este. Este efecto puede evitarse o minimizarse durante el fundido aplicando vacío.
Cálculo preciso de las cavidades de gas
Por garantía de calidad, es importante calcular de manera precisa la porosidad del material. En la fundición de aluminio, una muestra del metal fundido se coloca en una pequeña cámara de vacío para enfriarlo. En vacío, las cavidades de gas se inflan hasta diez veces su tamaño original y, por lo general, son claramente visibles en una imagen transversal. La densidad y la porosidad pueden calcularse con precisión pesando en aire y agua.En el caso de los materiales cerámicos y de construcción, los bloques de muestra se someten asimismo a un vacío que aspira el aire fuera de los poros abiertos. A continuación, se deja penetrar agua por los poros. La diferencia de peso indica el grado de porosidad. Para los dispositivos de ensayo basta con pequeñas cámaras de vacío. BUSCH ofrece una amplia gama de bombas de vacío de tamaño reducido, todas ellas óptimamente indicadas para distintas necesidades.