El orfanato Lar Eduardo Ferrara se encuentra en la pequeña localidad de Jarinu, en el estado brasileño de São Paulo, cerca de la sede principal de Busch Brasil. Actualmente alberga a 17 niños vulnerables de entre dos meses y 17 años.
Los empleados de Busch Brasil, que querían dar soporte al orfanato y a sus niños, organizaron un pícnic para los niños con aperitivos, refrescos y pasteles. Cada niño recibió un regalo personal y sus propios productos de higiene. Además, los empleados entregaron siete ordenadores portátiles usados en perfecto estado a los responsables del orfanato para dar soporte a la educación de los niños.
Donación de portátiles a un orfanato
Busch Brasil ha donado siete ordenadores portátiles al orfanato Lar Eduardo Ferrara de Jarinu. Los empleados también organizaron regalos para los niños.
«Los niños estaban muy contentos con los ordenadores portátiles, ya que antes solo tenían un ordenador, que tenían que compartir. Ahora que los ordenadores portátiles están disponibles, pueden organizar grupos de estudio», informa Gustavo Nery, director de Finanzas, Administración y RR. HH. de Busch Brasil.
La coordinadora de RR. HH., Adriana Chiarini, que organizó los regalos y el pícnic, añade:
«Fue emocionante ver la reacción de los niños y lo mucho que significaban los regalos para ellos. Disfrutaron del pícnic y les encantaron los juguetes, pero lo que realmente les llamó la atención fueron los paquetes con artículos de higiene personal. Los niños los abrieron rápidamente para oler los productos y no podían esperar a ducharse y usarlos. Esta es una lección de vida para nosotros: lo que son objetos comunes en nuestra vida diaria significaban mucho para los niños. ¡Esto debería hacernos reflexionar y darnos cuenta de que tenemos que valorar las pequeñas cosas!»
La coordinadora de RR. HH., Adriana Chiarini, que organizó los regalos y el pícnic, añade:
«Fue emocionante ver la reacción de los niños y lo mucho que significaban los regalos para ellos. Disfrutaron del pícnic y les encantaron los juguetes, pero lo que realmente les llamó la atención fueron los paquetes con artículos de higiene personal. Los niños los abrieron rápidamente para oler los productos y no podían esperar a ducharse y usarlos. Esta es una lección de vida para nosotros: lo que son objetos comunes en nuestra vida diaria significaban mucho para los niños. ¡Esto debería hacernos reflexionar y darnos cuenta de que tenemos que valorar las pequeñas cosas!»