Optimizar la eficiencia de las aplicaciones de vacío puede suponer un ahorro considerable. Por ello, vale la pena analizar la generación de vacío en toda su complejidad.
Aunque es importante seleccionar las bombas de vacío adecuadas y todos los componentes para una aplicación de vacío, este no es el único factor que determina la eficiencia. Ni siquiera la mejor tecnología puede alcanzar su verdadero potencial si no interactúa a la perfección con el proceso. Por tanto, la adaptación a los requisitos del proceso es un factor clave. Es por ello que la elección de los componentes de vacío siempre debe basarse en los requisitos de cada proceso y no solo en la comparación de los datos de rendimiento de cada componente por separado.
En los procesos de vacío no existe una solución sencilla que sea eficaz sin tener en cuenta todas las condiciones del proceso. Además, la tecnología de última generación que ofrece un nivel óptimo de eficiencia energética nunca podrá desarrollar todo su potencial si no se adapta al proceso. Con lo cual podemos concluir que para conseguir unos resultados óptimos, estabilidad del proceso y una gran disponibilidad, así como el nivel de rentabilidad más alto posible, debe realizarse un examen exhaustivo de todos los elementos.
El concepto 5E de Busch tiene en cuenta todos estos factores. 5E hace referencia a los cinco elementos clave que determinan la eficiencia de los procesos de vacío: diseño, recuperación de calor, control, centralización y experiencia.