La ensalada preparada que se encuentra en el supermercado suele venir envasada en una bolsa o un cuenco de plástico. Las ensaladas son muy sensibles a los cambios de atmósfera y se deterioran rápidamente sin la protección adecuada. Aunque no se estropeen, tendrán un aspecto mucho menos apetitoso y pueden desecharse. El envasado y la elaboración adecuados durante el proceso de envasado pueden prolongar la vida útil de la ensalada cortada.

Sin hojas blandas
Mantener la ensalada crujiente al vacío
Una ensalada marchita es algo muy triste. Una vez cortadas, las verduras se vuelven mustias rápidamente a menos que se traten exactamente como es necesario. La solución es el envasado de ensaladas con su propia atmósfera, posible gracias al vacío de Busch.
La ensalada preparada que se encuentra en el supermercado suele venir envasada en una bolsa o un cuenco de plástico. Las ensaladas son muy sensibles a los cambios de atmósfera y se deterioran rápidamente sin la protección adecuada. Aunque no se estropeen, tendrán un aspecto mucho menos apetitoso y pueden desecharse. El envasado y la elaboración adecuados durante el proceso de envasado pueden prolongar la vida útil de la ensalada cortada.
La ensalada preparada que se encuentra en el supermercado suele venir envasada en una bolsa o un cuenco de plástico. Las ensaladas son muy sensibles a los cambios de atmósfera y se deterioran rápidamente sin la protección adecuada. Aunque no se estropeen, tendrán un aspecto mucho menos apetitoso y pueden desecharse. El envasado y la elaboración adecuados durante el proceso de envasado pueden prolongar la vida útil de la ensalada cortada.
Lechugas cultivadas en el espacio
La Tierra ya no es el único lugar del universo donde se cultivan las hojas de ensalada. En 2015, los astronautas de la NASA en la Estación Espacial Internacional lograron cultivar y cosechar lechuga romana fuera de la atmósfera terrestre. La lechuga se sembró en una cámara de cultivo vegetal especial en el marco de un experimento para ver si crecía sin la influencia de la gravedad y, de hacerlo, si los resultados eran comestibles. Afortunadamente, el resultado de ambos fue un sí rotundo, que dio luz verde al cultivo de diferentes frutas y hortalizas en el espacio: un paso fundamental para planificar misiones más largas en nuestro sistema solar.
La Tierra ya no es el único lugar del universo donde se cultivan las hojas de ensalada. En 2015, los astronautas de la NASA en la Estación Espacial Internacional lograron cultivar y cosechar lechuga romana fuera de la atmósfera terrestre. La lechuga se sembró en una cámara de cultivo vegetal especial en el marco de un experimento para ver si crecía sin la influencia de la gravedad y, de hacerlo, si los resultados eran comestibles. Afortunadamente, el resultado de ambos fue un sí rotundo, que dio luz verde al cultivo de diferentes frutas y hortalizas en el espacio: un paso fundamental para planificar misiones más largas en nuestro sistema solar.