Por favor, actualiza tu navegador.

Parece que estás utilizando una versión antigua del navegador Microsoft Edge. Para obtener la mejor experiencia con el sitio web de Busch, actualice su navegador.

Las excavaciones siguen secas

La eliminación de agua bajo vacío mantiene el agua subterránea a raya

Cuando los métodos convencionales se quedan cortos, las bombas de vacío ayudan a reducir el nivel freático en las zonas de construcción. Busch ofrece bombas de vacío especialmente potentes para esta tarea.

Las aguas subterráneas son esenciales para nuestra supervivencia. Sin embargo, aunque un alto nivel freático se suele considerar como algo positivo, puede ser bastante problemático en un proyecto de construcción. Por esta razón, las excavaciones en suelo húmedo suelen estar equipadas con muros de contención o se bombea el agua regularmente.

¿Grava o arcilla?

Una solución más eficaz todavía es reducir el nivel freático en la zona que rodea el lugar de la construcción antes de empezar el trabajo. En terreno permeable, como suelos arenosos o pedregosos, la fuerza gravitacional puede contribuir al proceso. Se perforan pozos cerca de la excavación para que cualquier agua presente desemboque automáticamente en ellos y poder bombearla fácilmente.

Sin embargo, en un terreno más denso, como un suelo con mayor contenido en arcilla o barro, este método no funciona. En este caso, aplicar vacío puede aumentar la facilidad de flujo. En la desecación por vacío se introducen verticalmente en la tierra unos tubos de aspiración de entre 15 y 30 centímetros de diámetro. Sus paredes son permeables al agua y están protegidas con un material de filtrado que evita que penetren las partículas. En función de la densidad del suelo, los tubos de aspiración se introducen a intervalos de entre uno y dos metros.

Aspiración de agua subterránea

Los tubos están unidos por otro tubo de aspiración subterráneo y conectados a un depósito de almacenamiento. La bomba de vacío se conecta a este depósito de almacenamiento. En caso de zonas de construcción de mayor tamaño y circuitos largos, se pueden usar múltiples depósitos y bombas de vacío. La bomba de vacío genera vacío tanto en el depósito como en todo el sistema. Esto garantiza la extracción del agua subterránea de las capas circundantes de suelo hasta los tubos y, desde allí, su transporte hacia el depósito de almacenamiento. Cuando el depósito de almacenamiento está lleno de agua, la bomba de agua se activa automáticamente. Esta vacía el depósito y transporta el agua a través de los conductos, vertiéndola a una distancia suficiente como para impedir que vuelva a filtrarse como agua subterránea. Busch ofrece varias bombas de vacío para reducir el nivel freático.

¿Cuánta agua subterránea hay exactamente?

Los hidrólogos han calculado que los dos kilómetros superiores de la corteza de la Tierra contienen alrededor de 22,6 millones de kilómetros cúbicos de agua subterránea. Más de tres cuartas partes de esta agua es agua fósil localizada a gran profundidad que quedó separada del ciclo hidrológico hace miles de años. Solo una proporción muy pequeña tiene menos de 50 años de antigüedad y está conectada con el ciclo de renovación constante a través de la lluvia y de las aguas superficiales.

A medida que se va filtrando hacia las capas inferiores de la Tierra –un proceso llamado flujo subsuperficial–, el agua se modifica mediante varios procesos. Por ejemplo, al absorber el dióxido de carbono de la respiración de los organismos del suelo y liberar carbonato de calcio, el agua aumenta su nivel de dureza específico. Si el proceso de flujo es lo suficientemente largo, los microorganismos como las bacterias y los virus se eliminan casi por completo. Estos procesos también se conocen como la autodepuración del agua subterránea. Sin embargo, durante este proceso también pueden entrar en el agua subterránea sustancias nocivas que limiten su uso como agua potable.