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La rutina diaria de un dentista

Estéril y seguro con vacío

La primera cita del día y las bombas de vacío ya están configuradas y listas para su uso. En la consulta del dentista, el vacío desempeña un papel fundamental para mantener los tratamientos higiénicos y seguros tanto para el dentista como para el paciente. Una gran variedad de procedimientos odontológicos lo utilizan, y las bombas de vacío de Busch lo proporcionan.

La consulta de un dentista cuenta con una amplia gama de equipos para ayudar a mantener la higiene bucodental de los pacientes: iluminación especial y sillones, una variedad de instrumentos metálicos y sistemas más complejos, como una máquina de rayos X o una broca. Dos de estos complejos sistemas utilizan vacío para garantizar que la visita no tenga efectos negativos ni para el dentista ni para el paciente.

Tratamiento seguro y cómodo

El primer paciente de hoy ha sufrido dolor de muelas y necesita un empaste. Primero, se debe taladrar el diente. Además del taladro, el dentista utiliza un dispositivo de aspiración. Esta práctica herramienta no solo se utiliza durante los empastes, sino también en otras tareas de limpieza y cosmética. Hace que el procedimiento sea más cómodo para el paciente porque elimina el exceso de saliva y disminuye la posibilidad de que se produzca saliva aerosolizada, lo que puede hacer que los gérmenes, las bacterias y los virus se transmitan por el aire. El dispositivo de aspiración también es muy valioso para tratamientos que necesitan un ambiente seco para crear una unión fuerte, como cuando se pega un empaste. Mantiene un nivel de vacío constante para la aspiración de saliva y aire, lo que garantiza que los tratamientos tengan el resultado esperado.

Esterilización eficaz

Una vez finalizada la perforación, llenada la cavidad y cuando el cliente se ha ido, los instrumentos necesitan una limpieza adecuada antes de poder comenzar el siguiente procedimiento. Esto evita la contaminación cruzada entre pacientes al matar cualquier partícula nociva que pudiera causar infección o enfermedad. En un autoclave, los instrumentos se exponen a vapor saturado: vapor que se ha calentado a una temperatura lo suficientemente alta como para que todas las gotas de agua se hayan evaporado. Sin embargo, para una esterilización correcta, toda la superficie de cada instrumento debe tener contacto directo con el vapor durante todo el proceso, lo que puede suponer un reto cuando se trata de instrumental hueco o de formas más complejas. Estas zonas pueden estar llenas de aire, de modo que el vapor nunca penetrará en ellas o solo lo hará de forma parcial. Una bomba de vacío de Busch extrae el aire del autoclave antes de que comience la esterilización, garantizando que se eliminan todas las bolsas de aire y que el vapor inyectado envuelve el equipo. Una vez finalizado el ciclo, los instrumentos se secan al vacío y se deja el autoclave libre de bacterias nocivas.
Los primeros empastes de la humanidad

Los empastes son un procedimiento estándar en la odontología moderna para la reparación de un hueco, y la mayoría de los adultos tendrán al menos uno en su vida. Sin embargo, aunque los materiales y las herramientas se han desarrollado y mejorado continuamente, este tratamiento dental no es una invención moderna. El primer empaste registrado se remonta a hace unos 13 000 años. Se descubrió en la mandíbula de una persona paleolítica que vivía en lo que ahora es la Toscana, en Italia. Los dos dientes frontales muestran evidencia de haber sido vaciados con herramientas de escayola, presumiblemente para eliminar el tejido infectado. A continuación, se rellenaron con betún, una sustancia natural similar al alquitrán que también puede actuar como antiséptico. La cera de abejas era otro material de relleno de fácil acceso y se descubrió en una cueva de Eslovenia moderna en un diente de 6500 años. Los materiales de empaste actuales son más permanentes: la mayoría de los rellenos suelen estar hechos de metal, cerámica o de resinas de plástico.